lunes, 27 de diciembre de 2010

Navidad Alicantina



!Qué frío hacía!. Mi pobre hijo ya está acostumbrado...y le parecía que este año el tiempo había mejorado.
La verdad es que su casa ya está caliente. Se ha acostumbrado a mantener las habitaciones cerradas y así el calor no se dispersa. Estos territorios, que vendemos como turístico-veraniegos a los extranjeros ( y muchos nacionales, sobre todo del Imserso ) no lo son en absoluto por su clima extremado en verano y bastante frío en invierno.
Pese a todo, en el hotel veías bajar al desayuno a los inglesitos en mangas de camisa y chanclas veraniegas...
También en esta isla vemos muchos despistados que , en pleno invierno, si hemos bajado a 17 grados y con un airecillo que corta, ellos siguen en camiseta y bañador...

Dejando esto de lado- debe ser que siendo canarios que no solemos bajar de los 20 grados- a los demás les parece un clima más calentito.

Esta región es muy rica en paisajes. Cada año nos acercamos a ver algo nuevo y volver a su capital, que es una ciudad bella y muy cuidada. Una mañana la dedicamos al MARQ, o sea, el Museo Arqueológico. Menuda sorpresa : es un museo completísimo y muy bien pensado , que requeriría volver por la tarde y continuar la visita. No era posible por la falta de tiempo, así que lo recorrimos a magnus itineribus.

Su distribución son muchos larguísimos brazos de doble vertiente, en cada uno de los cuales se recogen cronológicamente las distintos períodos históricos concernientes a la región : fenicios, cartagineses, griegos, romanos, celtíberos, árabes...

Tan rico patrimonio está presentado no sólo en sus vitrinas laterales a ambos lados del brazo correspondiente, sino en su fondo circular y, muy acertadamente, en los dos laterales superiores de las vitrinas se proyectan a todo lo largo de dichas galerías unas proyecciones escenificando la vida cotidiana en las ciudades de romanos, árabes, campesinos, un barco acercandose a tierra alicantina - a un lado- mientras en el lado contrario vemos acercarse al pueblo que allí habita, como si fuéramos los marineros contemplando la costa.

Entre cada brazo hay unas salas enormes- correlativas a cada período - donde se puede ver , por ejemplo, un barco de tamaño natural al hundirse y lo que se hundía en esas aguas tan ricas del Mare Nostrum; o bien una construcción incipiente de un edificio gótico , o cómo deben trabajar los arqueólogos y las distintas capas de tierra que deben remover con mucho cuidado, donde han ido depositándose- siglo a siglo- lor restos que ahora debemos desenterrar.


Conectando los brazos, en los pasillos, juegos interactivos donde está la explicación clara de qué es y cómo se mide el carbono 14 , o cualquier otro detalle interesante, como un pequeño Museo de la Ciencia.


En fin, un verdadero museo . Hasta ahora creía que elMuseo Canario estaba muy bien , tras la última remodelación. No es que esté mal, pero...nada comparable.

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