Vuelve a pasar casi un mes en que no he tenido tiempo de escribir . ¿Qué he hecho entre tanto? Pues ayudar a Ana que está metida en dos traslados de casa ( tete se va a la suya y ella se viene al apartamento debajo de casa ). Como siempre, primero hay que arreglar desperfectos y ha tenido a un montón de obreros entrando y saliendo, mientras sigue viviendo- o mejor, conviviendo- con las obras . Ya sólo queda terminar el baño de los niños, pero ha sido un horror.
A veces desearía no tener tanta familia , pues a la mía propia casi la desatiendo y apenas hablo con mis hijos, siempre voy corriendo a todas partes.
Esta mañana he ido a ver a Chichi y a la niña, que lleva mala casi un mes. La pobre Chichi tiene unas ojeras ...y está muy delgada pues la niña y el trabajo la tienen sequita. No se queja, pero a mí me gustaría que se supiera organizar. Se me parece todita a Hugo, el tiempo se le escurre entre los dedos como agua... Por otra parte, es un pez que se muerde la cola, no puedes organizarte mejor porque no tienes tiempo libre para descansar y estás tan cansada...que no puedes sino ir tapando agujeros...Sólo queda que te dejes echar una mano hasta que la niña crezca y todo vuelva poco a poco a su sitio.
Estas parejas que trabajan tanto ( no por su gusto, !claro!), me dan pena ya que los bebés se llevan todo el tiempo del que disponen ( aunque eso sea también lo que más ilusión puede hacer: verlos crecer, reirse, hacer gestos divertidos, a Chichi y Jose se les cae la baba con las monadas de Inés, que de verdad está monísima).
Mañana es el cumpleaños de Flora. Este año no lo olvido porque después del durísimo tratamiento que ha llevado tantos meses , todas las alegrías son pocas.
La verdad es que se ha recuperado mucho y también ha recuperado su buen carácter. Ahora vuelve a reírse y a la ironía que siempre la ha caracterizado.
Por hoy, nada más. Voy a intentar meter una foto de Inés, a ver si esta vez sale a la primera...
