lunes, 18 de febrero de 2008

Paquito D´Ribera

Por fin este Festival de Música es de verdad de mu-si-ca , y sin adjetivos. Hasta ahora no ha salido de la Música Clásica ( y eso comprende los veintitantos años desde sus inicios , un soplo como quien dice).Vuelvo a Paquito D´Ribera que es un genio del ritmo, interpretación y composición, que todo eso - y más- lo es, pues como cubano de pro también tiene una simpatía que rompe protocolos establecidos en estos santuarios del clasicismo musical. Es de todo menos envarado, se dirige continuamente al público y sus comentarios eran puro aire fresco en un recinto donde la solemnidad es requisito ineludible. Si algo no me gusta de oir música clásica fuera de casa es precisamente eso: el envaramiento. Te sientas muy tiesa en tu butaca y no te mueves, ni respiras casi, hasta que acaba cada composición. Entiendo que el ruido, las toses, etc... no son aconsejables en audición pública, pero no sé cómo el envaramiento se te mete en el cuerpo desde que entras al recinto y pocas interpretaciones te permiten relajar un poco tanta solemnidad.
D´Ribera iba presentando sus composiciones ( p.e. "Un tal Johannes , o Johan Sebastian que dicen que era alemán, pero como van a oir ustedes, no es cierto , era carioca ") y a continuación empieza una variación sobre un tema de Bach que era cubanísimo a ratos y a ratos de Don Johan. !Una maravilla!. De Mozart se podría decir otro tanto, a Piazzola lo reinterpreta con saxo o clarinete y resulta un gran clásico. Acabó con unas variaciones sobre música de Ernesto Lecuona que pusieron al auditorio en pie. En fin, una tarde maravillosa de la que esperolos organizadores tomen nota y por fin, podamos escuchar a Nino Rota o a Ennio Morricone y a tantos que no conozco y estoy deseando que me presenten. La Mu- Si- Ca es un todo del que disfrutar y ya está bien de ponerle etiquetas. ( porque es "seria", lo justo : un Requiem, un Dies Irae, no toda composición clásica.

Una semana

He pasado encerrada cuatro días por culpa de un catarro. Eso me permitió leer, por fin, "El niño con el pijama a rayas". Las historias en que el narrador adopta , vive y cuenta como si fuera el niño narrando, me encantan si hay la suficiente inocencia y se sabe hacer. La contraposición de dos mundo ( en este caso, cuatro mundos: adultos, niños, carceleros y encerrados ...por no entrar en más detalles ) es muy rica en matices y este irlandés- cuyo nombre ahora no me viene a la cabeza- ha sido capaz hasta de presentar una inmensa tragedia y sólo hacerte sentir una gran ternura.No busca lágrimas ni sensiblerías baratas.Son, en mi opinión, sus dos principales virtudes. Se lee de un tirón, aunque yo lo alargué a dos tardes porque me estaba gustando mucho y no quería acabarlo tan pronto.
Luego empecé "Diario de una buena vecina" de Doris Lessing de quien - lo reconozco-no había leido nada.
Soy mujer y feminista "en familia", no llevo el sello guerrillero, pero defiendo nuestros derechos siempre que los veo atacados. Pero no había leido a Lessing y ahora lo haré . Me gusta mucho como escribe y ahora veo que "El cuaderno dorado" no debe ser ningún alegato panfletario.