jueves, 15 de octubre de 2009

Cálido otoño por el Mediterráneo


Acabamos de llegar. El crucero era de pocos, pero intensos siete días. Corfú, Santorini y Mykonos, Katakolon , Dubrovnik, Atenas , Venecia y Bari . El tiempo, espléndido. Calor, en todo caso, agradable.

El barco ( MSC MÚSICA) enorme y con muchos espacios ( sobre todo en el interior ) donde pasear, leer o escuchar música con distintas orquestas o solistas : clásica a partir de las cinco en el Hall, solistas de piano o cantantes en otros bares y mucha actividad de animación en la cubierta superior.
A mí, esta "especialidad" en los animadores de los cruceros, no me interesa. Los pobres hacen lo que pueden, pero me resulta muy superficial y hay que estar muy aburrido para aguantar ciertas bobadas...Lo mismo con los espectáculos del Teatro ( Scala, en este caso) cuyos números me parece que son muy de lgusto de Tele 5 y otras hierbas ( con honrosas excepciones).

Las Excursiones: aquí aparece el negocio puro y duro. Todo se paga: si quieres ir por libre, primero debes pagar el shuttle- guagua que te acerca a un punto civilizado ), o si vas en grupo, alquilar un taxi. En nuestro caso, no tuvimos la suerte de dar con compañeros de mesa adecuados ni de ir con amigos, así que aquellos se habían apuntado a todas las excursiones y para dos, un taxi no era rentable.
Aún así sólo cogimos excursión a Atenas ( por el poco tiempo, era imprescindible ir a tiro hecho para ver lo más posible ) y a Katakolon ( cuna de las Olimpiadas) .

Fue mejor así, pues para recorrer Dubroknik a todo gas guiados dos horas, era mejor hacerlo por libre y con tranquilidad para ver y disfrutar sin prisas.
La ciudad está perfectamente reconstruida tras la guerra y es Patrimonio de la Humanidad con toda justicia.
Se podría objetar que detrás de esa increíble fachada, la vida es pobre y difícil para ellos, ganan unos sueldos de miseria, pero tienen el mismo nivel de vida que su entorno europeo.
No se quejan, han pasado quince años tras la espantosa guerra y la paz aún les parece mentira. Tienen mucho que reprochar al mundo que no quiso intervenir hasta pasados cuatro años de bombardeos...que se oían en Venecia.


De Venecia otro tanto. Las seis horas se nos fueron en un vuelo. Vimos La Fenice cuya reconstrucción ha quedado perfecta; si me hubieran contado qué colores dominan la decoración ( azul cielo, muy pálido, crema "pastel" y muchos dorados, pensaría en una cursilada espantosa. El resultado no era así : francamente hermoso en su estilo de época; creo que fue Aldo Rossi el arquitecto, pero no estoy segura ).


Estoy camsada del viaje y me doy cuenta de que sólo he contado lo negativo. Otro día le haré justicia.