miércoles, 6 de febrero de 2008

La luna, la playa y Dara


Fue un espectáculo ( cómico-artístico). A las siete menos cuarto llegábamos a una playa ya oscurecida, pero todavía con luz. Temíamos el momento en que todo estuviera dispuesto, trípode, focos con sus protectores, Gino sacando fotos de comprobación de luz y orientación, en fin, todo. Luis es un rajado y decidió que prefería quedarse fuera y sacar él la foto, tal y como le dijese su hijo. Como es otro enamorada de la fotografía se puso como loco a disparar, pero Gino no pensaba darle muchas oportunidades. Papá, déjalo que se me va la luz que quiero. Y así de tajante le cortó las alas. De pronto, ve paseando a dos amigos y se acerca a la orilla. Dara y yo nos miramos sobreentendiéndonos. Cuando Luis charla se olvida del resto y ni Gino ni nosostras podíamos esperar, cuanto antes, fuera mejor. Al fin se acerca y el fotógrafo nos da la orden. Rápidamente Dara se cambia y en bikini, muy decidida, se mete en el agua.Es una heroína. Yo lo había calculado todo minuciosamente para no mojarme sino lo imprescindible: unos pantalones anchos de deporte que al remangarlos se mantenían más arriba o más abajo, lo que fuera estrictamente necesario mojarse. Muy decidida cojo mi foco y con aire profesional, me meto en el agua helada. El paseo de la playa está lleno de peseantes a esa hora, y no quiero mirar hacia allí, ojalá no se nos distinga bien, que crean que es una agencia de publicidad o algo así. Sigo entrando y...!hay un escalón en la arena! Como no lo he visto pierdo el equilibrio y me meto hasta la cintura en el agua. A los tres nos dió un ataque de risa imparable y , claro, más me mojaba.
Después de tirar cinco, seis o siete fotos- con sus correspondientes salidas y entradas del agua, Gino dijo !Ya está! y recogimos. Yo no tenía otra ropa que aquella así que todavía me quedaba montar el número de ir por la calle envuelta en una toalla y con los pies metidos, muy dignamente, en zapato y calcetín. De verdad que esa debió ser la foto del día. Me seguí riendo hasta la hora de dormir. Gino llamó para comunicar que había una foto que había quedado tal y como la quería. Estoy deseando verlas

martes, 5 de febrero de 2008

En el mar, a las siete.

Gino siempre ha sido de "grandes pasiones". A los nueve años se hizo con una publicación semanal sobre pájaros y se sabía los nombres y características de los más extravagantes. Un domingo, íbamos en coche y se nos cruzó uno muy bonito y como lo más normal del mundo nos soltó : Es una avutarda . Hay muchas en España. ( a los demás se nos puso cara de tontos y no porque fuera redicho, nada más lejos de Gino) . De sorpresa en sorpresa, poco después se "adentró" en el mundo de los faraones y sus tumbas, jeroglíficos... algo bastante comprensible, pues el mundo de ultratumba tiene mucho gancho para los niños. Te daba conferencias sobre este faraón o aquella faraona ( que no cantaba flamenco ni tenía bata de cola, pero era mucho más guapa y enigmática) . Nunca se ha aburrido y sus maquinaciones tampoco nos dejaron tregua durante los años de adolescencia. Pero un día conoció a Dara. De eso hace por lo menos, doce años o más y de esa pasión no se quiere curar . Ella le sigue en todas sus aventuras, artísticas o de riesgo, y lo dos lo pasan bien. Esta tarde también nos ha enredado a su padre y a mí. ¿Que a dónde nos lleva? Pues sólo a la playa, en febrero y a las siete de esta tarde. A ella la mete de medio cuerpo en el agua. A nosotros sólo hasta media pierna ( tiemblo ya ¿Doce o trece grados? ) . Seremos los "iluminadores", pues nos toca llevar los focos mientras él hace las fotos correspondientes. Si la foto no pasa a la historia, en mi memoria, seguro que lo hará . En la fotografía ha descubierto no sólo una afición, sino mucho más.

lunes, 4 de febrero de 2008

Quedan 330 días del 2008

Sí, aún me olvido de que estamos en el 2008 y ya han pasado 35 días, se fueron así, sin más.
Es tan relativo esto que si le preguntamos a alguien que acabe de salir de la cárcel, seguro que no diría que "se fueron sin más". Su visión del tiempo podría ser como quien se encuentra ante una montaña muy alta que tiene que escalar cada día, Sísifo arrastrando una inmensa roca-tiempo, un castigo infinito.
Vuelvo a hoy. En plena temporada de Carnavales , huyo de ellos- no siempre es posible, calles cortadas por el paso de una cabalgata de miles de personas y carrozas, gente que de verdad lo vive y disfruta ...pero yo nunca he podido entrar. Soy demasiado reservada y ni con disfraz me "desdoblaría". Bien pensado, siempre estamos detrás , no nos dejamos fluir naturalmente ni cuando hablamos con cierta confianza. Por eso, una buena dosis de carnaval sería liberadora y que el yo explotara sin contención.
Lo más parecido a esa espontaneidad la dan los niños. Ayer pasé el día con los nietos de mi hermana y especialmente con Dani, que sólo tiene cuatro años, me divierto mucho. Sus comentarios son del tipo : ¿Por qué no me trajiste un regalo después de tu viaje? ( cuando ya han pasado cinco meses del viaje, se sigue acordando el muy...)o bien, "Voy a hacer una casa para ti, abu Nono y abu Mai, para Luigi, tío Johnny y tía Ana y yo... me quedo aquí al lado, en casa de abuAna ( su pasión por mi hermana Ana, su abuela, está por encima de todo los demás, y desde luego no lo oculta, a su nuera no le ha quedado otra que aceptarlo ) . Dani, ¿Dónde vas a hacer esa casa? . Aquí, en casa de abuAna, claro. Ella le toma el pelo y lo trata como adulto, casi de igual a igual.
Yo le sigo en la fantasía y le cuento , con mucho invento , lo que me ocurrió, por ejemplo, " ayer" , mientras lo voy dibujando ( "dibujando" , claro ) y él añade a mi relato todo lo que se le ocurre, así que terminan pasándome cosas indescriptibles y aún menos "dibujables". Una tarde pasamos horas con un folleto de Agencias de Turismo donde se veían barcos, ríos, paisajes y hasta un Casino donde jugamos interminablemente a la ruleta sin ruleta ni fichas, pero viviéndolo intensamente.Me encantan los niños, y esta naturalidad en la que viven es la razón principal. Para ellos , siempre es carnaval .