Después de unas semanas de calor y polvo sahariano traído por el viento del este, ayer estuvo lloviendo, muy mansamente, unas tres horas. Como tengo la garganta irritada y no estoy saliendo mucho , pasé tiempo mirando caer la lluvia. En la terraza siempre queda una lámina de agua sobre la que van cayendo las gotas. Era gracioso, porque habíamos limpiado el piso con detergente el día anterior y debieron quedar restos de jabón: las gotas de lluvia se convertían en pompas de jabón ( partidas por la mitad, como si fueran unos sombreros hongo ) y sobre la lámina de agua que se dirigía hacia el desagüe, un ejército minúsculo de pompas-sombrero , como n gentlemen muy correctos, se movían parsimoniosamente, sin apretujarse aunque de vez en cuando algún bombín chocaba con otro y se deshacían.El ejército estuvo en constante renovación varias horas , mientras llovió. A eso de las cuatro de la tarde , paró. Salió un sol espectacular y el aire se puso transparente. Me lancé a sacar fotos , todo tenía una luminosidad y un colorido brillante, todo parecía estar estrenándose. No sé qué pasará con estas fotos, luego te da pereza pasarlas a disco y acabas borrando lo que tan bello te pareció tiempo atrás.
Por la noche, el aire seguía transparente, Tenerife parecía una montaña más de esta isla, se veían las luces de sus coches moviéndose. Luis sacó su cámara buena y volvimos a sacar unas fotos.
No sé cómo pasar alguna a este post, cuando venga Gino, si me acuerdo, se lo pido.
Pero hoy es distinto. Desde la mañana luce un cielo sin nubes y la lluvia, la segunda de este invierno, dijo adiós. Nos quedamos con ganas de tormenta y días de lluvia.
Pienso en la frivolidad con que hablo de esta lluvia, cuando es tan evidente su necesidad, más teniendo en cuenta que por la sequía continuada, el verano pasado ardió un tercio de la isla durante dos semanas sin tregua : desde el satélite se podía ver la inmensa estela que el humo dejaba en el aire. Lo peor fue que ardió- junto con muchas casas rurales- lo más hermoso de la isla. El arboricidio fue atroz y aunque desde el Cabildo se está coordinando a voluntarios para replantar pinos, tardará mucho en recuperarse lo que hubo, si es que eso se logra si ya no llueve...
