Bruno, Dara y Napo ( Gino tras la cámara)
Tres generaciones, y Bruno que ya abre los ojos. ¿Nos ves muñeco?
Eso dice Hugo, que parece un muñeco. Su padre se lo toma al pie de la letra y se ríe de él, lo pellizca en la mejilla o le toca la guitarra ( no rock duro, a eso ya llegará ) . Y Bruno ! hasta le ha sonreído en una foto!.
Dara está emocionada y no sabe despegarse de él. Nos mira cómo lo cogemos, desconfía de estos "manosos" que somos Hugo y yo.
El 4 de febrero estaba programada la cesárea. Ella, muy nerviosa y asustada, tendría que estar despierta, sólo con la epidural. Todo salió perfecto. Una médico amiga entró al quirófano y muy contenta vino a avisarnos de lo bien que había ido. Para certificarlo nos llevó las fotos que había sacado durante el nacimiento. En una de ellas se veía muy bien a Bruno, que lloró enseguida ( es mentira que les den unos golpes, lloran solos de desconsuelo por lo que les han arrebatado ).
Gino se quedó embobado y acertó irónicamente- en su caso- al decir : La primera vez que veo a mi hijo es en una foto.
Estaba predestinado a eso. Luego, cuando pudimos pasar a verlo, se pegó a la cunita y lo miraba y remiraba . Yo saqué unas fotos con el móvil de Luis, para mandárselas a Hugo... y al rato me llamó para protestar : !Le había enviado fotos de mis pies! ( La emoción hace estos desastres ).
Napo estaba muy nerviosa porque pasaba el tiempo y no nos dejaban ver a Dara.
Por fin la dejaron entrar un ratito y vino contenta. Estaba bien, aunque de tanta tensión, se le había subido ¿qué si no? La tensión, claro.
Ahora todo está en su sitio : en casa, en la que será su primera cuna y con los padres pendientes.
Los días que han ido pasando serán los más hermosos , intensos y emocionantes que los padres y abuelos primerizos hayamos vivido.
El nacimiento de un niño : no hay nada en la vida del hombre como este milagro , de tanta plenitud y ternura .
