domingo, 12 de septiembre de 2010

Berruguete y Valladolid



Alonso de Berruguete era un nombre más de los que estudiabas en la carrera ( !aquellos famosos años comunes !) y no presté demasiada atención a su obra.

Ver ahora sus esculturas al alcance de la mano me han abiertolos ojos. La fuerza de sus imágenes, los gestos, las manos, el movimiento de los cuerpos, producen impresión. No sé si es manierismo o, simplemente barroco, pero la influencia de Miguel Angel y la escultura italiana no lo explica todo, porque es una obra con mucha personalidad.

La visita al Museo Nacional Colegio de San Gregorio tenía muchas más sorpresas, entre ellas el increíble retablo que compuso para la congregación de San Benito, que - entre otros tesoros - también tenía un coro tan impactante como el propio retablo.
La iglesia de San Benito debió tener una altura considerable, pues el retablo se exhibe fragmentado porque sus proporciones son enormes...

En cada una de las estancias del Museo se conservan como techo un valioso y variado conjunto de artesonados, si los de una sala son preciosos, los de la siguiente lo son más.
Tuvimos que hacer la visita en dos partes : por la mañana y por la tarde; tanto era lo que debíamos ver .

Enfrente de este edificio se encuentra un palacio - cuyo nombre no recuerdo ahora- que exhibía una exposición de los grandes autores del barroco español , de carácter religioso, entre otros Velázquez, Zurbarán, Pedro de Mena, Alonso Cano...completísima y muy bien montada. La exposición es temporal ( "Lo sagrado hecho real " ) es una pena, porque el emplazamiento pide que la dejen allí...

Esta exposición fue concebida pòr la National Gallery de Londres, de donde pasó a ser expuesta en Washington y ahora en España hasta el 30 de septiembre.

La luna y el agua : Fin del verano



Ha sido inesperado : hemos pasado una semana en un pueblo de León y !Hacía mucho calor!.

Ana, que es co-dueña de la casa junto a sus cuñados, no se lo podía creer.todos sus viajes a esta tierra - ya fuera verano, primavera o invierno, fueron fríos.
"A León hay que llevar siempre chaquetas" - me decía.
Este año ha sido inusual. La uva se recogerá dentro de una quincena - es muy interesante ver las nuevas cosechadoras, como van pasando fila a fila arrastrando con ellas los racimos y cómo luego los vacían en la bodega sin que tenga que intervenir ninguna mano- La bodega del vino , que este año se ha llevado el Primer Premio Europeo al vino de su uva ( la "prieto picuda )está construida por debajo del nivel de las viñas, así los trabajos de vaciado de uvas, y - más importante- la temperatura dentro, se mantiene siempre fresca.

Nos hemos estado bañando en la piscina casi todos los días, pero el más agradecido fue cuando volvimos de Urueña, villa amurallada, y que ha sabido reinventarse transformando sus casas en librerías, montones de ellas donde encuentras de todo : libros descatalogados, nuevos y "de viejo".
Pero...hacía un calor de mil demonios y sus infiernos respectivos. Llegar a casa a las 9 de la noche...y saltar a la piscina fue uno de esos placeres con los que la vida te consuela de vez en cuando. En remojo seguimos hasta las diez, con la luna leonesa mirando sorprendida .