lunes, 6 de octubre de 2008

De cine, literatura y música

Sí, con la que está cayendo, es mi salida personal.
Llevo un verano leyendo todo lo que puedo. Ayer terminé un magnífico relato de Antón Chéjov : "Tres años". Es una novela corta, pero de largo vuelo : Chejov es un maestro en profundizar en el alma humana y aquí vivimos con su personaje Laptiev sus amigos, esposa y hermano , un estudio de cada uno de ellos, sus pensamientos y reacciones, la descripción minuciosa de cuanto pasa por el ánimo de cada uno de ellos. Tan distintos cada uno y tan bien reflejados que no puede dejar de asombrar la capacidad de Chejov para vivir cada personaje siendo tan distintos.
Pero con eso no bastaría.
Esta breve novela es una muy entretenida narración de los tres primeros años de casado de Laptiev, al mismo tiempo que presenta dos mundos tan distantes como el rural y el moscovita a finales del XIX, planteando una progresiva decadencia del país, la pérdida de valores y un presagio de la tragedia que anuncia un incierto destino.


También he ido a ver una película que me pareció interesantísima. "Los Limoneros ", que fue premiada por los espectadores del último Festival de Berlín. A mí me da más garantía este premio- porque no tiene que defender ningún extraño interés - que los premios de la crítica o del Jurado...El cine es industria y la presión sobre estos estamentos para que premien una película sin gran calidad es algo con lo que siempre hay que contar.
Presenta la vida de dos familias que viven una frente a otra, pero la primera es una humilde finca de limoneros en Cisjordania y la otra es la moderna mansión del Ministro del Interior israelí.
Dos mujeres que se observan furtivamente y se van entendiendo, mientras a su alrededor
se desata el enfrentamiento. No enfrentamiento bélico- no digo más por no desvelar la historia- sino del poderoso con el oprimido. Pero éste es una mujer y no cualquier mujer. Su fuerza en la razón y la valentía en defender su derecho son el eje de toda la historia. Una buena historia.
( por supuesto,también está presente el simbolismo de toda la situación con el conflicto árabe-israelí ).

Y , por último, la música.
Fuimos a la Ópera "Dido y Eneas", en el estreno de la temporada. Algo frío el ambiente : en el argot taurino, "no llegó a media entrada", un Teatro semi-vacío, no sé si a resultas de la crisis, o porque no es una ópera muy conocida.
Era en versión concierto, por tanto, sin escenario ni vestuarios. Pero !Qué voces! y !Qué música!
Desde el principio me atrapó el coro y la orquesta. La música barroca de Purcell es bellísima, pero los ingleses son maestros en coros y los solistas eran tan buenos que lo que ahora siento es no poder dar sus nombres: me olvidé el Programa y no los conocía.
Aunque no había decorados , su actuación teatral , tanto de la de los solistas como del coro, estaba tan bien interpretada que no lo echabas en falta. La historia es apenas un episodio- la separación de Dido y Eneas por los maleficios del submundo- pero se me hizo muy corta y salí flotando del Teatro.

Así, con la ayuda del arte, el mundo no es tan negro. Soy una afortunada por tener tiempo para ello, pero no hace falta - apenas - dinero.
Las entradas del cine a 4 euros ¿Quién no puede permitírselo?
La lectura, gratis. Soy socia de la Biblioteca y saco lo que quiero y cuando quiero.
El Teatro es más caro, pero con un abono no sale nada caro. Al menos no lo ha sido esta temporada.
Repito, mi suerte es tener tiempo ( y un marido que ama el arte , creativo y apasionado por casi todo ).

Con la que está cayendo...

Sí, con la que está cayendo , me dedico a "des-saturarme" de tantos pronósticos, periódicos que trago a grandes dosis y tratar de anticipar qué más puede pasar...
Todos tenemos alrededor a personas que están siendo muy castigadas ( y sólo se han dedicado a trabajar duro, ser serios y cumplir con muchas obligaciones, pero ahora las empresas son tiburones o sardinas). Los primeros ponen en la calle , por docenas, a sus trabajadores; o cierran el grifo de los créditos- la Banca- y se cierran ellos mismos como tortugas en su caparazón, esperando a que escampe o a verlas venir.

El miedo es libre pero ahora se pasea por tiburones y sardinas, todos están tocados.
Es cierto que estábamos viviendo muy bien, !Qué calidad de vida tenemos los españoles!, presumíamos , pero esta situación no puede verse como castigo divino sobrevenido sin más ni más; No ha habido previsión por parte de quienes manejan el "gran cotarro": en primer lugar los deméritos del pato cojo han sido apabullantes, dos grandes guerras sin salida, un conflicto que ha vuelto a enquistar - Palestina- Israel_- y las hipotecas basura que están hundiendo Norteamérica y arrastrando, lentamente al principio- y ahora a toda velocidad - al resto del mundo.

Hace un año creíamos estar a salvo del desatre americano y ahora no hay país que pueda cantar victoria.
También hace un año que desgraciadamente, teníamos por delante unas elecciones generales y , obviamente, se ocultó lo que estaba ya a las puertas. Fuimos miserablemente engañados : España estaba a salvo, el sistema bancario era fuerte y la economía iba a seguir creciendo...

Pienso en cuantas empresas, de saber lo que ya se estaba cocinando, no habrían esperado para hacer nuevas inversiones- que ahora les resultan asfixiantes - cuantas se habrían salvado de
expedientes de regulación de empleo o de ir al proceso concursal..., cuantos no habrían comprado ese piso que ya no pueden pagar, o no habrían puesto en marcha un negocio que no tira porque el dinero no circula y tendrán que cerrar.

Como jubilada pienso también en mí. ¿Seguirá el Estado pagándome por más de una treintena de años trabajando ? o ¿Qué harán los que ahora están en paro cuando se agote su período de cobro?

La economía es un enigma y no me he creído nunca a los expertos que dogmatizan "recetas"de curación que luego resultan inútiles. No hay posibilidad- con tantísimas variables como entran en las oscilaciones del mercado, incluso algunas tan humildemente "humanas" y, por tanto, impredecibles, de ser un gurú con la receta, a lo más que llegan es a curanderos, pero a la vista está que cada país está aplicando diversas fórmulas, pero la tormenta perfecta se ha desencadenado y nadie ha sabido pararla.

Mi última pregunta- inocente- por supuesto- : ¿Se vino Rodrigo Rato de Washington, dejando el FMI, porque "quería estar más con su familia"o...se olió la tostada a tiempo y se quemó otro?