Esta obra de Marcelo Piñeyro, basada en la novela - un best-seller de Claudia Piñeiro - es un acercamiento a cuatro vidas familiares , entrelazadas por una convivencia estrecha.
Estamos en Argentina, al comienzo de los dramáticos años del"corralito", en un complejo residencial muy lujoso donde conviven estas cuatro familias , en una situación de privilegio social y económico que ven tambalearse y empieza a cebarse con ellos.
La trama se desarrolla de una inteligente manera, con discontinuidades cronológicas continuas, en un montaje que al comienzo cuesta entender, hasta que empiezas a conocer a cada personaje.
Este es uno de sus aciertos : traza un perfil psicológico bastante detallado de cada uno : son ocho adultos y dos adolescentes , lo que entraña gran dificultad dada la duración de una cinta comercial.
Se centra más en los cuatro hombres ( buen trabajo de Roberto Sbaraglia ,no tan bueno de Ernesto Alterio, muy bueno en Pablo Echarri y poco convincente Juan Diego Botto ).
Estos nuevos ricos viven en un paraíso artificial ( muy " estilo norteamericano" ) ajenos- en lo posible- al horror que se está viviendo fuera de su mundo, vigilado por cámaras , con lago privado, canchas de tennis, fiestas comunes y vigilantes 24 horas.
Al estilo de Billy Wilder en Sunset Boulevard, cuando el narrador de la historia William Holden ya está muerto y flotando en una piscina, así sucede en esta, en cuyo inicio vemos a tres hombres muertos ahogados en una piscina...
A partir de ahí , la historia nos va a ir desgranando, paso a paso, en continuos flash-back quienes eran , la falsedad de sus vidas- puestas en evidencia por dos adolescentes- rebeldes a sus familias, a las normas y obligaciones escolares y sociales que sólo se comprenden entre ellos.
Muy interesante el trabajo de Ana Celentano, interpretando a la mujer del líder de este grupo. "El Tano" quien no puede liderar a Teresa, su esposa, por su firme personalidad - cara a la galería - y su debilidad o soledad interior.
