lunes, 5 de mayo de 2008

Vasili Grossman . Un Autor Clásico

Supongo que si algien tiene la tentación de leerme se llevará algún chasco que otro, soy muy inconstante y no escribo con regularidad. Hasta ahora - y gracias a un comentario de los amigos que me leen-parece que sólo llevo una vida de fiestas y diversión. Hay de todo. Pero no escribo de todo. Esta forma de comunicar es pública y no soy persona que cuente su vida sino la más superficial, poco comprometida. Como tampoco me he planteado este blog como un Diario íntimo,ni con fines puramente literarios, pues esa es la razón de que no se vea más allá. Ustedes perdonen, todos somos "muy nuestros" y yo "muy mía".
He acabado , con gran pena por mi parte, la novela qie inicié en Febrero "Vida y Destino" de Vasili Grossman. No es ningún record de lectura, ni lo he pretendido, aunque sean 1200 páginas de letra pequeña y apretada. He querido leerla con dedicación exclusiva, me explico :
Los martes y jueves, por la tarde, me quedo sola en casa y ese es el gran momento, sin nadie que me interrumpa - sólo algún teléfono extemporáneo que corto rápida - me sumerjo en las infinitas historias de tantos interesantísimos personajes, sus dificultades para vivir en medio de esa 2ª Guerra Mundial en Rusia, durante la ocupación alemana y la imposición dictatorial de Stalin.
Grossman ha escrito, en mi opinión, una de las grandes novelas que pasarán a ser clásicas en los siguientes siglos, si sobreviven la lectura o la imprenta, aunque sea digital.
Es un autor que conoce al HOMBRE , sea ruso o alemán, kulako o rumano, y en tantas situaciones como presenta a sus personajes ( en pleno cerco de Stalingrado con el Volga ardiendo por el petróleo derramado y los soldados en infinitas situaciones, descritas tan de cerca, que parece que el autor las estuviera viviendo, los diálogos a más altas instancias entre generales y comandantes que antes de presentarse como tales, se nos ofrecen en situaciones y conversaciones tan humanas como las de cualquier otro. El hambre o la gula bien atendida, la suciedad de sus ropas, el olor de los refugios) En otro capítulo- a veces son capitulillos, meras introducciones a otras vivencias, una familia fragmentada por la guerra, va desgranando la supervivencia en las ciudades, unos con más medios que otros, pero todos afectados por el desconocimiento de lo que estará viviendo ese familiar, hijo o nieto, que está en el frente. Otros capítulos hablan de la vida en los campos de concentración y las reflexiones de Grossman acerca de cómo el hombre puede, o no, transformarse en estas duras condiciones, son de lo mejor de la novela. (Me resisto a considerarla novela : es un libro muy rico en anotaciones filosóficas, históricas, sociológicas, científicas o , simplemente políticas - aunque decir "simplemente" no responde a la valentía de las denuncias de Grossman sobre las salvajadas de Stalin ).
El pueblo ruso es aquí un mosaico de dramas y esperanzas, muy realista y a la vez tan adoctrinado que se nos presenta , con cierta fracuencia, a alguien que ha delatado a un gran amigo por hacer un comentario lejanamente anti-sistema, y cómo la maquinaria va engrosando sus archivos hasta con los más íntimos detalles hasta llegar al procesamiento en la espantosa Lublianka.
Además de todo esto - y mucho más- este libro es la historia del siglo XX en un país que hizo mucho por acabar con el horror del holocausto - y de lo que sacó muy poco-, pues el ruso sólo sintió el orgullo de acabar con la ocupación y el poderío nazi, pero en los años sucesivos no mejoraron mucho sus condiciones de vida , si las comparamos con las europeas .
Al acabar de leerlo, como en otras grandes obras, he sentido el deseo de recomenzarlo de nuevo y así lo estoy haciendo entresacando capítulos.
Si no los he convencido para leerlo, siento mi poco poder de convicción, porque debería quedar claro que me ha entusiasmado.