viernes, 6 de febrero de 2009

!Viva Venezuela! ( pura música en estado de gracia )



Este año se ha estrenado bien. Los peores presagios se van cumpliendo y sólo veo y oigo a mi alrededor caras de angustia que intentan dedicarte una sonrisa por educación, pero sé lo mal que lo están pasando y -como todos- sólo confío en algo tan irracional como sacarme algún premio gordo para ayudar.

En estas circunstancias se valora muchísimo más la emoción que el arte, cuando es arte auténtico, te eleve y haga olvidar lo que estamos viviendo.
Voy a intentar trasladar mi experiencia de ayer y - si alguien me lee por casualidad- que no pierda la ocasión de ver y oir la Pasión según San Marcos de Osvaldo Golijov.
Ayer fue ese día. Una función maravillosa del Festival de Música interpretada por la Shola Cantorum de Venezuela y la Orquesta de la Pasión.
Interpretaban una composición de Osvaldo Golijov, un compositor joven pero de enorme sabiduría musical.
La obra fue un encargo de la Academia Internacional Bach a cuatro compositores y este año hemos tenido ocasión de oir tres. La perfecta Pasión de Bach interpretada por los japoneses Bach Collegium Japan. La de Sofia Gubaidulina cuya Pasión según San Juan tanto me impactó, les contrapongo ahora esta versión tan impresionante de Osvaldo Golijov.


No sé qué me gustó más si el coro, las voces solistas - las voces de Biella da Costa y la soprano de agudos increíbles Jessica Rivera que me hizo recordar aquella fabulosa Inma Sumac cuando subía y subía sin que se quebrara el timbre o cuando imitaba cantos de pájaro en alardes que parecían imposibles para el ser humano y que ayer , esta soprano lo conseguía igualmente.

Fue un espectáculo total. La directora - María Guinand - vibra con su coro y no puede evitar cantar con el coro o las solistas , estábamos muy cerca y nos traspasaba su emoción.

El coro interpretaba vocalmente, pero no sólo. También - rompiendo la tradición de un coro hierático- se movía al compás de las muchas variaciones musicales : samba, habanera, flamenco, capoeira, gregoriano, jazz, musica africana o afroamericana...casi puede hablarse de un musical porque se movían , se agrupaban formando dos o tres coros, actuaban gestualmente, se increpaban cantando, identificándose con el pueblo judío que acusa a Jesús ante Pilatos, o agachándose por el suelo mientras "cantan" algo que podrían ser aullidos de felinos que, al irse levantando del suelo van incrementandola potencia de los aullidos...y no deja nunca de ser música. Interpretando la Pasión como el pueblo lo haría identificando el sufrimiento de Jesús con el delpueblo americano o africano.. Tampoco ésta pierde su dramatismo siendo cantada con ritmos tan diversos, al contrario, se adapta a otro mundo demostrando que la música es otro lenguaje y comunica lo mismo con diferentes idiomas musicales.

La percusión , impactante. Son otra orquesta, dentro de la orquesta, y con nombre propio- Orquesta de la Pasión- hacen honor a su nombre por la pasión con que interpretan a un ritmo trepidante y casi sin descanso, a cuyo frente un sueco- Mikael Ringquist golpea y te golpean los seis percusionistas con un ritmo frenético y mantenido que no parece posible sin que se les rompan las manos.

Un conductor del drama o guía, actúa como sumo sacerdote judío y a la vez, en un sincretismo total, actúa como en un rito Candomblé, narrando y representando y , junto a otras figuras- como el bailarín afrocubano o capoeirista o el vocalista- adquieren un nuevo significado en esta Pasión de la que sales tan entusiasmada y con un hematoma importante en mi mano izquierda por lo mucho que les aplaudí agradeciendo lo mucho que nos dieron.

El Festival de Música de Canarias ha hecho con esta elección , que a priori parecía excesivamente volcada en la música sacra, una magnífica contribución a los que disfrutamos con la música, seamos o no ( como yo ) expertos musicólogos.
Mi enhorabuena a su director por lo arriesgado y acertado en su selección.

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